Una de las tendencias más destacadas en el sector retail es el cambio en la forma de comprar, ahora le damos más importancia a los productos locales, a comprar marcas nacionales y a adquirir productos únicos, con esa singularidad que nos da el comercio de proximidad.

Además, el trato más personalizado representa un gran punto a favor de los pequeños comercios que deben apostar por esa cercanía para diferenciarse de marketplaces o tiendas que mayor tamaño.

También hay que tener en cuenta que el recorrido del cliente pasa cada vez más por una omnicanalidad, por ejemplo, las personas entran en contacto con una tienda a través de las redes sociales, piden información por WhastApp Business, van a la tienda a ver un producto y realizan el pago a través de Bizum. Pero en muchos de los casos, hacen al menos un paso de manera presencial o entran en contacto con la tienda física a través de las publicaciones en redes sociales. Por eso es muy importante que, aunque vendamos online, prestemos atención a nuestro comercio tradicional y tratemos de enlazar continuamente los planos digital y físico.

Según los expertos, el comercio del futuro pasará por sumar estos dos entornos y en este contexto, las tiendas físicas se repartirán por todo el territorio, aprovechando las herramientas digitales, lo que aportará ventajas logísticas, emocionales y medioambientales, los tres pilares que definirán el sector en los próximos años.